jueves, 3 de abril de 2008

Pidiendo Vida

Las dos mujeres hablaban sin cesar; la de más edad dejó caer su mano sobre el regazo y con ella, una sonrisa serena se instaló en sus labios. Sus oídos estaban seguros de haber escuchado la palabra mágica. Cerró sus ojos un instante y un aluvión de recuerdos le inundó el corazón. Para cuando los abrió, su hija seguía junto a ella desplegando una felicidad colosal. Abuela. Sería abuela para cuando llegara la primavera. Pronto, sus luceros se inundaron en un mar de cálidas lágrimas y el corazón aceleró su pulso pidiendo vida, implorando tiempo para saborear la miel que el destino le obsequiaba.

(Breve texto realizado para Taller Literario)

22 comentarios:

aurora dijo...

Felicitaciones, Silvia.
Este relato encierra, en su brevedad, un mundo de emociones frente a la vida que viene una y otra vez para renovarnos. Un ser que viene con nuestra sangre es un nuevo proyecto de nuestra vida, de la vida constante.

Arcángel Mirón dijo...

Es muy emotivo, Sil. Ojalá consiga la vida que pide. Una tregua, un plazo más.

Unknown dijo...

Es uno de esos momentos mágicos que nos dan nuestros hijos.
Maravilloso.
Me ha encantado tu manera de reflejarlo en pocas líneas.
Un gran beso.

Luis

Anónimo dijo...

MI HERMOSA AMIGA: Qué placer leerte! Qué bien, pero qué bien se te dan los relatos cortos!
Éste en especial es muy conmovedor, imagino que debe ser un momento muy especial para ambas mujeres. La hija por tener a su madre acompañándola en un momento tan especial. Y la futura abuela...ah, la futura abuela "implorando tiempo" (bellísima metáfora)para disfrutar la nueva vida.

GRACIAS UNA VEZ MÁS y van...tantos momentos juntas.

MI CARIÑO PARA VOS, AMIGA!

Sil.* dijo...

AURORA: Comparto plenamente contigo ese sentimiento tan particular que te brindan los hijos y también los nietos. Hacen que la vida sea constante como vos bien lo mencionás.
Gracias por tu visita!!

ARCÁNGEL: Una tregua, un plazo. Hasta en tu comment existe la súplica a la vida misma, al destino. Gracias por así sentirlo.

LUDWIN: Amigo!! Nuestros hijos!! Tuve el placer de recorrer tu blog y leer muchas emociones juntas en aquel mail que envió Alejandra. Sabés de lo que hablo. Sabés lo que se siente tner un hijo. Es un renacer de nuestra vida además de una prolongación.
Te confieso que me siento un poco tímida de redactar tan corta una situación tan emotiva.
Besos para ti!!

SUSANA: Suuuuuuu!! El placer es mio!! Como le dije a Luis, me siento un poco rara escribiendo tan breve, pero bueno, había que animarse y aquí estoy. Implorarle a la vida es demasiado para cualquier mortal, pero en determinadas ocasiones, necesitamos hacerlo porque la sangre corre rápido por nuestras venas y el corazón se agita apurado en nuestro pecho pidiendo VIDA.
Las gracias te las debo yo a ti por estar siempre, por dejarme compartir y por hacerme parte de tu vida, de tu historia y eso, QUERIDA AMIGA, no tiene precio.
Muchos son los momentos que hemos disfrutado juntas y miles, los que están por venir.
Recibo tu cariño y te entrego el mio!!
Un abrazo gigante y muy, muy apretado!!

A TODOS: Mil gracias por estar

Sil.*

Doncel dijo...

Muy certero, este relato, corto pero intenso.
Silvia, gracias por haberte dado a conocer.
El mundo de los blogs, es maravilloso.
Besos, desde España.
Antonio

Zeta dijo...

Voy a ser atrevido, querida Sil. Le voy a tirar algunas ideas que se me ocurrieron al leer su trabajo de taller, capaz alguna le guste.
No me gusta que una sonrisa se instale, parece que la sonrisa está disociada de la persona. ¿una sonrisa serenó sus labios? no sé, capaz que así ya matamos de un tiro la serenidad y la instalación.
Sus oídos estaban seguros van en la misma dirección. Me la imagino de a pedazos a la pobre mujer.
Inundó está bien, pero tiene que haber otra palabra. Algo que sientamos en nuestros propios pechos al leerla a ud.
Para cuando los abrió es... raro. Esa oración, creo, puede dar más con sólo cambiarle la sintaxis.
Y aquí sí, discúlpeme Sil, desplegando felicidad colosal es malo. Si tuviera que cambiar una cosa cambiaría eso. Me parece que vulgariza el momento. Sabe que, además, no me imagino nada colosal. Si me dice que algo es colosal, no me está diciendo mucho. Seguramente sea algo subjetivo, pero ¿cómo es su felicidad? Piense algún momento en el que haya sido feliz y describa lo que sentía. Adjetive esa felicidad. Explíquese a usted misma cómo era. Busque palabras y no pare hasta que una la convenza. Y bueno, si siente que es colosal, está bien. Lo será.
Y bueno, sus luceros, me parece, no viene al caso. No hay necesidad de que lo sean. No hay oscuridad que los amerite. No sé. Parece sólamente como que están allí para no decir ojos. No sé, capaz puede ser algo así como que sus miradas brillaron y atravesaron, lentas, los rastros de sus mejillas, hasta el temblor de la boca. No bueno, no me haga caso.
Bueno, bueno, dejemos por acá. Ya le dije, hoy estoy un poco atrevido. Pero ya sabe que todo esto es con muchisimo cariño. Si no, no le diría nada.
No se me enoje. Y si se enoja me avisa, así, sigo viniendo, pero paso calladito la boca.
Un beso Sil,
sea feliz.

Sil.* dijo...

ZETA: Queridísimo Zeta. Leyendo su comment pensé que tal vez, MI trabajo de taller, tendría que haberlo escrito usted. Hace tanas correcciones que se olvida que no es usted quien lo escribió. Seguramente, y por suerte es así, de hacerlo lo haría diferente. No voy a defender ningún detalle de los que me puntualizó, porque entiendo que es su opinión y YO no pretendo cambiarla. Es así que le digo: Lejos estoy de enojarme con usted. Pase cuando quiera y sin silencios. Y lo más importante: Me preocupa que no haya tenido un solo momento en su vida donde su felicidad fuera colosal. Quizás, y ahora la atrevida soy yo, le falte vivir alguna experiencia. Pero solo quizás!!

Anónimo dijo...

Un gustazo recorrer tu blog, Silvia, desde este otro lado del río te hago llegar un abrazo y el afecto por el intercambio que se ha generado.

Sil.* dijo...

Mario: Mil gracias por la visita y por el contacto. Estaré siguiendo tus pasos de cerca.
Te dejo un abrazo y BIENVENIDO!!

Sil

Germán dijo...

Venía a felicitarte por las hermosas fotos tomadas en ese país trasandino, y me encontré con este precioso texto.
Un beso!

andal13 dijo...

Cortito, pero alcanza para quedarse con los ojos húmedos y una sonrisa...

Nohelia dijo...

Precioso...!!

Zeta dijo...

Como van a ser correcciones, Sil; yo no soy profesor. Son sólo ideas, capaz alguna le gustaba.
Besoso.

STEVE dijo...

"Pronto, sus luceros se inundaron en un mar de cálidas lágrimas y el corazón aceleró su pulso pidiendo vida, implorando tiempo para saborear la miel que el destino le obsequiaba".

Pues a mi, pobre ordenador de palabras, me ha parecido... colosal!. Ya sin bromas, me ha encantado, emocionado, enternecido. Esta última frase ,me ha parecido algo digno de enmarcar, de colgar en la pared, para saber como explicar que siento el día que me ocurra algo así.

Relato corto, largo, novela... disfruto tanto leyéndote!!

Un beso

Sil.* dijo...

GERMÁN: Muchas gracias por hacerte un espacio para visitarme. En cuanto a las fotos te diré que no se necesita demasido conocimiento fotográfico para que sean hermosas porque el lugar esra magnífico.
Te dejo un beso!!

ANDAL13: Andrea!! Quizás, y solo quizás, esa sensación que te queda hable mucho de tu corazón. Pero es solo un quizás!!
Besos che!!


NOHELIA: Gracias y BIENVENIDA!!

Sil.*

Sil.* dijo...

ZETA: Quédese tranquilo que ya intuí o descubrí o como quiera llamarlo, que no era profesor. Ideas? Ah, eran ideas!! Mire que tiene una forma bastante particular de "tirar" ideas. Pero bueno, solo me queda agradecerle entonces!!
Besos para usted.

STEVE: Gracias!! El placer también es mio al leerte. Entre nosotros: es una linda frase, aunque alguien sugirió cambiarla. Shhhhh! No digas nada!!
Un abrazo gigante!

Sil.*

ro dijo...

Me pareció muy bueno, Sil. Un cuento a veces es eso. Una imagen, un instante. Dura unos minutos apenas y es eso que captaste. Muy bueno y conmovedor.

juan pascualero dijo...

Pa! Sil, te pasaste.¿Como se puede ser tan expresiva en tan pocas palabras? Soy abuelo, por eso te entiendo. Hasta leer este texto pensaba que era escritor...

Sil.* dijo...

ROSS: Cómo me alegra este tiempo que te hacés para visitarme. Es cierto, un cuento es un momento y se me ocurre que la vida también.
Gracias por estar!!

JUAN PASCUALERO: Tus elogios son demasiado para mi. A veces, nustra condición nos hace más o menos sencibles a determinados hechos y/o momentos.
Gracias por visitarme y nuevamente BIENVENIDO a esta casa!!

Sil.*

Incognita dijo...

Zeta, yo venia inspirada después de leer el post de Sil, pero al ver sus observaciones, tuve que regresar a leerlo de nuevo.
Sil, si me lo permites, la sensación general que me produjo fue de un inmenso bienestar. Como imaginar a mi madre dándole la noticia de mi nacimiento a la abuela, yo creo que fue parecido, se que suena un poco vanidoso, pero siento que pudo ser :) o quizá me guste pensar que así fue (Le voy a preguntar por pura curiosidad).

Zeta: No sabía que cuando leía algo, lo examinaba así con lupa :$

Besos y Abrazos….La Reggis.

Sil.* dijo...

REGGIS: Muy Bienvenida a esta humilde casa.
Seguro fue así o bien parecido, porque existen determinadas noticias que pueden colmar la imaginación y los deseos del otro. Aunque a Zeta no le guste mucho el término "colosal" sigo insitiendo que hay momentos en que se siente la felicidad de ese modo.
Te dejo un beso!

Sil.*