
Introducción
Existen historias que no deberían revelarse jamás, porque al hacerlo, quizás pierdan la magia que las envuelve. Sin embargo, merecen ser contadas para que no mueran en el alma de los protagonistas anónimamente.
Son historias de amor, pero también de pasión y de odio, de celos y de amistad, donde cada protagonista involucrará a su antojo, sentimientos y personas buscando así, su mejor partido.
Este espacio pretende dejar al descubierto aquellos breves momentos, imaginados o no, que no pueden ser archivados en mi olvido por una sencilla razón: Entregaría mi alma al diablo por saber lo que a solas cada uno ha sentido. Por saber la verdad más cruel que cada uno alberga en las entrañas de su corazón.
HISTORIA I
Todas las sonrisas se vieron desvanecidas ante la mirada fulminante de sus ojos claros, incisivos, tremendamente llenos de ira. Aquellos gestos que una vez se le antojaron dulces y de una simplicidad extraordinaria, hoy eran dagas que le atravesaban sin piedad. El “basta” en su mente se había transformado en palabras y aunque la duda existía en su corazón, comprendió que todo había terminado. Con el paso del tiempo las diferencias se hicieron insostenibles en los andamios construidos para reformar la esencia.
Mario dejó todo en el ruedo por volver realidad su sueño, pero no pudo ocultar la maldad de su alma. Quizás en su mente, una rendija dejaba que su corazón se filtrara en ella y lo imposible se volvía palpable. Tantas veces se dijo a si mismo que era la mejor mujer, la única para él, que se olvidó de vivir. Y la vida, sin previo aviso, le devolvió todas las realidades en forma de latigazos que alcanzaron su alma, lastimándola, estropeándola.
Solo implora a sus santos que no lo olvide, sin reparar que Ximena jamás podrá hacerlo. Ya solo se encomienda a la suerte de su destino para no morir en su indiferencia. Ella mientras tanto, intenta borrar las marcas imborrables de su alma. Sacude sus culpas como una vieja alfombra y lucha sin pausa para que los recuerdos no la ahoguen, en el mar de las dudas.