Conciencias que abruman, realidades que destrozan.
Momentos que se rompen como tristes cristales. Cristales que no son de bohemia, cristales del alma que solo guardan recuerdos inalterables que juntos hacen un todo y solos, apenas vidrios rotos...
Lágrimas de sangre, lágrimas de un corazón inmerso en la incertidumbre de vivir sin saber cómo, sin saber adonde acudir.
Y estos míseros ojos tristes que no dejan de abrirse y verte. Aún cuando no estás, aún cuando te he arrancado de mi para que no regreses nunca más!!
Y ya sólo en mis sueños te veré. Y ya sólo por ellos lloraré!
Imaginando Historias
"LA IMAGINACIÓN ES EL OJO DEL ALMA"
miércoles, 27 de octubre de 2010
miércoles, 1 de abril de 2009
RECUERDOS
En los arrabales de mi olvido
guardo tus aromas imborrables
que emergen inconscientes
para recordarme tus besos.
Llenaste mis ojos de estrellas
que brillan en tu cielo
y aun no apagan su luz
aunque tus labios se alejen.
Todavía me queman el alma
y arremolinan este corazón,
cansado de latir sin rumbo,
cansado de llorar.
guardo tus aromas imborrables
que emergen inconscientes
para recordarme tus besos.
Llenaste mis ojos de estrellas
que brillan en tu cielo
y aun no apagan su luz
aunque tus labios se alejen.
Todavía me queman el alma
y arremolinan este corazón,
cansado de latir sin rumbo,
cansado de llorar.
martes, 17 de febrero de 2009
POEMA XXI
Acuna mi sentir confuso,
Besa mi alma perdida,
Roza, sin miedos mi cuerpo
Y habita en mis sueños.
No dejes que el tiempo levante
Muros de arrepentimiento;
No quieras que tu cordura
Tenga cabida en esta locura.
Besa mi alma perdida,
Roza, sin miedos mi cuerpo
Y habita en mis sueños.
No dejes que el tiempo levante
Muros de arrepentimiento;
No quieras que tu cordura
Tenga cabida en esta locura.
jueves, 22 de enero de 2009
Palabras...
Existen palabras que conmueven, que mueven, llenan, transportan, trasladan…
Existen otras que estancan, arrastran, destruyen, hostigan…
Palabras que arrancan sonrisas y desbordan lágrimas. Palabras que enloquecen.
Simples palabras que colman y transforman un momento para hacerlo mágico.
A veces surgen naturales y otras premeditadas para estampar una huella, imborrable, inolvidable.
Palabras que calan hondo en el alma o retumban en la mente una y otra vez.
Palabras y más palabras que justifican y condenan. Palabras y más palabras que solo nos ilustran.
Palabras tan sencillas, que pronto se las llevará el viento y solo nos quedará el recuerdo de una voz pronunciándolas y un gesto grabado en la retina para siempre.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
FELICIDADES!!!
Hay momentos en lo que los recuerdos afloran
más de lo común.
Existen sensaciones que se agudizan
y sentimientos que surgen sin prejuicios.
La navidad logra esto y mucho más.
Porque es inevitable hacer una balance de nuestro año
y porque en cierta forma, es necesario hacerlo.
Mi balance es más que bueno,
porque estoy donde quiero estar.
Porque tengo una familia hermosa
que todos los días de mi vida
me recuerda lo importante que es
estar juntos.
Porque mis amigos son capaces
de regalarme sonrisas del alma, miradas con el corazón
y porque los tengo a ustedes, amigos virtuales,
que siempre han tenido para conmigo
unas letras de aliento, de cariño y me han permitido
entrar en sus mundos, tan mágicos.
A todos, muchas gracias y FELICIDADES!!
LOS QUIERO!!
Sil.*
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Musitándome
Tengo un corazón lleno de tristeza
que apenas pulsa, cansado.
Tengo unos ojos llenos de llanto
que no quieren abrirse, dolidos.
Hay un pedazo de mi sensatez
que he perdido en el ruedo,
y existe una gran imprudencia
que me colma de recuerdos.
Esta extraña certeza de mi alma,
no es más que todo el amor
que para ti he guardado
en silencio, esperando.
Eres mi vida y también más.
la perdición de mi cordura.
Nada soy y nada tengo
si no escucho tu voz, musitándome.
que apenas pulsa, cansado.
Tengo unos ojos llenos de llanto
que no quieren abrirse, dolidos.
Hay un pedazo de mi sensatez
que he perdido en el ruedo,
y existe una gran imprudencia
que me colma de recuerdos.
Esta extraña certeza de mi alma,
no es más que todo el amor
que para ti he guardado
en silencio, esperando.
Eres mi vida y también más.
la perdición de mi cordura.
Nada soy y nada tengo
si no escucho tu voz, musitándome.
lunes, 10 de noviembre de 2008
Te vi
Te vi y me vi sin barreras, sin esas separaciones que quiebran el corazón.
Me viste verte y brillaste, simple, como siempre y quizás un poco más.
Ya no importó el sonido de tu voz, las palabras que se perdieron con el viento, tus manos gesticulando y tu boca sonriendo. Ya nada me importó. Porque pude verme en tus ojos y volví a descubrir esos detalles que siempre me colmaron; esa esencia que me enamora dejándome vacía cuando te vas.
Mi memoria alberga imágenes gratas, pues aun tengo marcado a fuego el beso que tus labios le dieron a mi mejilla y continúo sintiendo tu mano ejerciéndole presión a mi hombro. Aun conservo esos ojos negros devorándome sin tocarme, amándome sin pronunciarse. Aun te guardo en el corazón y cada vez que pulsa, me habla de ti, mientras el alma no deja de susurrar recuerdos exquisitos.
Son esas pequeñas cosas, tan simples, tan meras, las que hacen que no pueda entregarte al olvido ni echarte al abandono. Son enteramente responsables de que no pueda dejar de amarte. Han pasado muchos otoños, han pasado muchas cosas, pero cada vez que te miro a los ojos, me veo y entiendo, por qué no puedo dejar de sonreír.
Me viste verte y brillaste, simple, como siempre y quizás un poco más.
Ya no importó el sonido de tu voz, las palabras que se perdieron con el viento, tus manos gesticulando y tu boca sonriendo. Ya nada me importó. Porque pude verme en tus ojos y volví a descubrir esos detalles que siempre me colmaron; esa esencia que me enamora dejándome vacía cuando te vas.
Mi memoria alberga imágenes gratas, pues aun tengo marcado a fuego el beso que tus labios le dieron a mi mejilla y continúo sintiendo tu mano ejerciéndole presión a mi hombro. Aun conservo esos ojos negros devorándome sin tocarme, amándome sin pronunciarse. Aun te guardo en el corazón y cada vez que pulsa, me habla de ti, mientras el alma no deja de susurrar recuerdos exquisitos.
Son esas pequeñas cosas, tan simples, tan meras, las que hacen que no pueda entregarte al olvido ni echarte al abandono. Son enteramente responsables de que no pueda dejar de amarte. Han pasado muchos otoños, han pasado muchas cosas, pero cada vez que te miro a los ojos, me veo y entiendo, por qué no puedo dejar de sonreír.
lunes, 27 de octubre de 2008
A veces
A veces un sonido acusa y el silencio hunde; una sonrisa brilla y una lágrima opaca. A veces los sueños vuelan y vagan por cielos estrellados, por cielos oscuros, por cielos simples. Ciertas veces, miles de ideas buscan ubicación, ansiosas, obstinadas y por supuesto, llenas de vida.
Hoy siento eso y también un poco más, y quizás un poco menos. Hoy tengo una juventud que se niega a partir y una madurez que la empuja. Me colma un soplo de ellas que se resisten entre si, mientras los años viajan por el tiempo y el calendario se deshoja en cada stación; mientras mis manos se manchan y mi cara se surca.
Muchos soles tostarán mi piel y varias nieves platearán mi frente, pero lo vivido, lo amando y también lo soñado, seguirá intacto en mi corazón, como el primer día y como la última noche.
Hoy siento eso y también un poco más, y quizás un poco menos. Hoy tengo una juventud que se niega a partir y una madurez que la empuja. Me colma un soplo de ellas que se resisten entre si, mientras los años viajan por el tiempo y el calendario se deshoja en cada stación; mientras mis manos se manchan y mi cara se surca.
Muchos soles tostarán mi piel y varias nieves platearán mi frente, pero lo vivido, lo amando y también lo soñado, seguirá intacto en mi corazón, como el primer día y como la última noche.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Es la vida que pasa.
Hoy tengo la necesidad de encomendarme a mis dioses y recordar lo que tanto me duele. Volver a sentir los dardos en mi piel pinchándome, devolviéndome a la realidad con una bofetada sorpresiva. Me condiciono para no llorar y sin embargo, ya lo estoy haciendo. Debo buscar y comprender los por qué de esta vida parecida a un carrusel, que gira sin cesar y que siempre me hace pasar por los mismos lugares una y otra vez. Pero el juego es más simple o tal vez la vida, más compleja. Tantos giros a veces marean, a veces matan.
Sencillamente tengo la imperiosa necesidad de verme nuevamente viviendo lo que ya viví. Intentando sentir lo mismo pero sé que no será igual. Cada momento, cada sensación, cada cosa que sucede tiene la forma de un caleidoscopio donde ya no puedo volver a descubrir la misma figura. Todos los elementos están, pero diferentes. Todos mis sentimientos están, pero ya no son iguales.
Tengo la urgencia de gritar mis miedos, para que mengüen. Intento revivir cada soplo de esta vida para comprenderla y sin embargo, cuando vuelvo el tiempo atrás, me gustaría decir lo que muchas veces callé, llorar lo que en ocasiones reprimí y reír de lo que nunca me atreví. Hoy tengo un camino andado que me gustaría desandar. Tengo una madeja que quisiera desenredar. Sin embargo hoy, después de tanto tiempo, siento que ya no tengo tanto tiempo para hacerlo.
Cada vez más, me surge la imperiosa necesidad de estampar mi sentir, tan confuso, tan sincero, tan arrasador. Veo como la vida pasa y no soy capaz de subirme a ella. Veo como todo avanza mientras me quedo en la estación de los años esperando que otro tren de la vida se acerque por mi andén y me lleve. ¿Cuántos más dejaré pasar?
Sencillamente tengo la imperiosa necesidad de verme nuevamente viviendo lo que ya viví. Intentando sentir lo mismo pero sé que no será igual. Cada momento, cada sensación, cada cosa que sucede tiene la forma de un caleidoscopio donde ya no puedo volver a descubrir la misma figura. Todos los elementos están, pero diferentes. Todos mis sentimientos están, pero ya no son iguales.
Tengo la urgencia de gritar mis miedos, para que mengüen. Intento revivir cada soplo de esta vida para comprenderla y sin embargo, cuando vuelvo el tiempo atrás, me gustaría decir lo que muchas veces callé, llorar lo que en ocasiones reprimí y reír de lo que nunca me atreví. Hoy tengo un camino andado que me gustaría desandar. Tengo una madeja que quisiera desenredar. Sin embargo hoy, después de tanto tiempo, siento que ya no tengo tanto tiempo para hacerlo.
Cada vez más, me surge la imperiosa necesidad de estampar mi sentir, tan confuso, tan sincero, tan arrasador. Veo como la vida pasa y no soy capaz de subirme a ella. Veo como todo avanza mientras me quedo en la estación de los años esperando que otro tren de la vida se acerque por mi andén y me lleve. ¿Cuántos más dejaré pasar?
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